Muestra como el antiguo modo de ver el mantenimiento tiene que cambiar, ya que antes solo se pensaba en: disponibilidad, costos más bajos y larga vida útil del equipo. Ahora, es necesario integrar aspectos tales como seguridad, calidad, medio ambiente que hacen parte de las características del mantenimiento de este siglo y milenio. Este artículo identifica 15 áreas de cambio. Cada una es en sí mismo, lo suficientemente importante para ameritar bastante atención en la mayoría de organizaciones. Todas ellas forman un paradigma nuevo.

Uno de los problemas más frecuentes en la definición de la estrategias de mantenimiento es la claridad fundamental requerida para seleccionar las tareas de mantenimiento correctas y las frecuencias con que se deben ejecutar.

Una vez que se han determinado las funciones, las fallas funcionales, los modos de falla y los efectos de en cada sistema analizado, el próximo paso en el proceso del RCM es preguntar cómo y cuánto importa cada falla. 
Identificar y clasificar las consecuencias es muy importante al analizar los activos, ya que el objeto principal del RCM no es sólo manejar las fallas o modos de falla en sí, sino las consecuencias que estas fallas pueden ocasionar sobre la organización si ocurrieran. 

De manera poco responsable se ve, se lee y se escucha con frecuencia en foros, artículos, tesis de grado, documentos y textos el inexplicable error de aplicar tratamiento de datos de igual manera a los modos o causas de falla y a los activos como un todo.

Esto es un contrasentido porque son dos temas totalmente diferentes; resumir en un sólo “evento” las fallas de un equipo es poco responsable y no lleva las decisiones al nivel útil: el modo de falla.

Este es el segundo artículo sobre RCM que describe cómo fue el nacimiento, desarrollo y sus beneficios. Es un excelente complemento al artículo "Mantenimiento centrado en confiabilidad".

Esta publicación pretende dar cuenta de en qué consiste un proceso de RCM y la importancia de hacer medición durante su aplicación. La medición del RCM tiene como objetivo mostrar los logros alcanzados del proceso, a partir de un enfoque de desarrollo de indicadores de gestión para RCM, y proponer, de acuerdo con la experiencia obtenida por el instructor, en varios años de trabajo, la forma de hacer la medición, considerando como criterios: procesos, resultados, impacto en mantenimiento e impacto en la empresa.

Desde mediados de los años setenta del siglo pasado, el proceso de cambio en las empresas ha alcanzado velocidades vertiginosas, debido a las demandas cada vez mayores de la sociedad. El crecimiento continuo de la automatización a todo nivel y las altas exigencias mencionadas demostraron que los periodos improductivos y las fallas tienen efectos cada vez más importantes en el desempeño empresarial.

La pregunta 2 de la metodología de RCM plantea: ¿De qué maneras puede fallar? La respuesta busca establecer las posibles fallas funcionales de cada una de las funciones identificadas.

Una falla funcional es la incapacidad de un elemento o componente de un equipo para satisfacer un estándar de funcionamiento deseado. La norma SAE JA1011 establece al respecto, que un proceso RCM deben ser identificadas todas las fallas funcionales asociadas a cada función.